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Cancion Vocacional...

Cancion Vocacional - Alma misionera
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  Para ti que quieres seguir a Cristo….

Mí querida hermana y amiga en Jesucristo: recibe nuestro espiritual saludo.  Bien sabemos qué haces parte del ejército de Jesucristo, y que ha conquistado tu corazón. Desde que supimos de tu existencia, no hemos dejado de orar por ti, para que no desfallezcas en el camino de la santidad que has comenzado. “Si has decidido seguir a Cristo, prepara tu corazón para la prueba.” “Se firme y valiente, en el ideal que has abrazado”. Ahora queremos compartirte algo; somos religiosas contemplativas, Jesús nos llamó a diversas edades y en diferentes circunstancias y nos sentimos muy felices, de que El nos haya llamado, a ser el corazón de la Iglesia, “las contemplativas somos el corazón de la Iglesia” nuestra misión es salvar el mundo sin excluir a nadie, a través de nuestra oración y sacrificio silencioso, oculto y confiado. Desde el silencio del claustro, somos el motor de nuestra iglesia, y ayudamos a la grandiosa misión de salvar el mundo. Solo nos une Dios  el deseo de salvar las almas. El Señor te ama y te invita a dejarlo todo, para que lo encuentres a Él, y lo poseas. Si sientes inquietud vocacional o que el Señor Jesús te llama a una vida más comprometida y a vivir solo para El, puedes escribirnos y comentarnos tus dudas acerca de nuestra vida, unidas en el Sagrario te ofrecemos nuestra humilde oración.

¿Jesus te llama?

Yo te he llamado por tu nombre tu eres mio (Isaias 43,1)Uno de los grandes retos al que cada joven debe hacer frente es, el de encontrar su lugar en la sociedad y en la Iglesia: Descubrir la propia vocación. La Vocación no es sólo lo que tú quieres ser y hacer, es ante todo lo que Dios quiere que tú seas y hagas; no es algo que tú inventas, es algo que encuentras; no es el proyecto que tú tienes sobre ti mismo, es el proyecto que Dios tiene sobre ti y que tú debes realizar, por lo tanto resulta indispensable descubrir cuál es tu misión particular y la vocación a la que Dios te llama. 

 

Pasos Básicos de la vocación

 

A) El primer paso que debes tener en cuenta es preguntar: “¿Qué debo hacer, Señor?” Por eso, para descubrir tu vocación lo primero que debes hacer es dialogar con Dios: ORAR. Solo mediante la oración podrás encontrar lo que Dios quiere de ti. En la oración, el Espíritu Santo afina tu oído para que puedas escuchar. En estos momentos pide al Señor, que te enseñe a ver tu propia historia, a reflexionar sobre cuáles son tus capacidades y limitaciones, descubrir el lugar donde Dios te quiere, conoce las diversas vocaciones, cual es su espiritualidad, pues no es lo mismo una congregación contemplativa que una de vida apostólica. 

 

Aprender a escuchar lo que Dios desea de ti,  estar atento, experimentar, es algo importante para empezar y esto requiere saber hacer silencio en torno a ti y en tu interior. El ruido te impedirá percibir, deberás estar atento a todo: a tus deseos, miedos, tus inquietudes, proyectos. Escuchar a todos: a los que aprueban tu inquietud, a los que la critican. Dios se vale de diversos intermediarios para hacerte oír su voz. Escúchate a ti mismo: ¿A qué se inclina tu corazón? ¿Qué es lo que anhelas?

B)La misión recibida. Una vez tengas clarificada tu vocación debes arriesgarte a corresponder a la gracia. No afrontar la decisión equivale a dejar correr tu vida, y desperdiciarla. Para iniciar el camino de la vocación, no esperes tener la evidencia de que Dios te llama; te debe bastar con tener la certeza moral del llamado. Es necesario querer seguir radicalmente a Jesucristo: decirle “¡Sí, Señor quiero seguirte…!” Tal vez tengas dudas sobre si llegarás al final, si podrás con las exigencias,  pero de lo que no puedes dudar, es de tu decisión; debes estar seguro de lo que tú quieres. En este nivel podrás decir: “Quiero consagrar mi vida a Dios en el servicio de mis hermanos y la salvación de las almas…”

C) La respuesta del llamado. Tomar la decisión con la cual comprometerás toda tu vida no sólo es difícil, es una gracia. Por eso debes pedirle al Espíritu Santo esa capacidad de respuesta. Finalmente, una vez decidido… ¡lánzate! No te dejes vencer por el miedo; lánzate incluso con miedo. La decisión se debe concretizar en la acción. Debes poner todos los medios que estén a tu alcance para poder realizar lo que has decidido. Toda llamada vocacional es algo personal, histórico e intransferible, es un llamado para trabajar por  la salvación propia y de los demás. ¿Y cuando venga la dificultad? Entonces deberás perseverar. Recuerda que el camino emprendido es difícil. Hay que estar dispuesto a todo, pasar por lo que sea, enfrentar cualquier dificultad. Porque Jesús no te ofrece otra cosa: “Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día y sígame…” (Lc 9,23). Pero recuerda que no te faltara la gracia, si te pones en manos de Dios:"En el mundo tendréis dificultades, pero animo yo he vencido al mundo.." dijo Jesús.

¿Como saber si Dios me llama?

 

Las manifestaciones de la llamada de Dios son las siguientes: deseo de seguir a Cristo, de servir a la Iglesia y de construir el reino de Dios, reconocer en la propia llamada la gracia de Dios, y poseer las cualidades para la vocación concreta». El deseo de avanzar en el seguimiento de Jesucristo y de que el evangelio constituya el centro de la vida debe ser la principal motivación vocacional, sea cual sea la vocación concreta a la que uno se siente llamado. Al aceptar y desear seguir una vocación, lo decisivo está en el convencimiento de que es Dios mismo el que nos llama y nos capacita con su gracia para responder adecuadamente. La llamada, para ser real debe ser recibida por personas con las cualidades requeridas: disposiciones naturales (aptitudes) y cualidades conseguidas (actitudes). Los rasgos de madurez para poder vivir la vocación son: la estabilidad psicológica, la afectividad-sexualidad entendida como amor oblativo, la orientación de la vida desde el servicio a los demás, la fidelidad a las opciones tomadas, la resolución aceptable de los problemas y conflictos, la aceptación de las propias limitaciones, estar dispuesto a abrazar un estilo de vida sencillo, tener espíritu de sacrificio y entrega, olvidarse de si mismo y sus propios intereses y el plantearse lo cotidiano desde Dios.

a) Claridad y rapidez en el discernimiento. La joven percibe claramente la vocación a la que Dios le llama, no le cabe duda y tiene una gran paz interior. Sabe y siente las dificultades que le toma esta decisión que va a asumir, así como los sufrimientos por los que puede pasar; a pesar de todo, manifiesta una resolución alegre y decidida. Quien así discierne no ve para él otro camino vocacional que aquel por el que opta.

B) Dudas y resistencias existenciales en el discernimiento. La adhesión afectiva de cada joven animada a seguir a Jesucristo en una vocación concreta, supone un encaminarse a la misión y poner los medios. Los miedos e indecisiones, las dudas y resistencias a la gracia, cuando se ha visto claro el camino responden a fiarse poco de Dios y a medir, sobre todo, las fuerzas del yo. Por el contrario, el que de forma espontánea y pronta testimonia la llamada vocacional, manifiesta una señal inequívoca de vocación. El conocimiento de la naturaleza y misión de la vocación a la que uno se siente llamado, es la guía más certera para avanzar en el camino vocacional.

C) Tranquilidad existencial y efectiva. la llamada vocacional es don que nos precede y supera, y su respuesta debe ser radical e histórica. Por lo tanto a la hora de proyectarnos hacia el futuro es importante estar reconciliados con la propia historia y que se halla aprendido de los propios errores. Por tanto el tiempo necesario y oportuno para el discernimiento vocacional es una conjunción de elementos variados: edad apropiada, madurez humana, adhesión a la persona de Jesucristo, actitud de disponibilidad, y relación de acompañamiento.

¿La Decisión Final un Acierto?

 

En todos los casos, una vez tomada la decisión, se abre una etapa de comprobación para ver si el camino elegido es realmente la voluntad de Dios. Desde dentro, viviendo los elementos constitutivos de la vocación a la que la joven se siente llamada, con ayuda del acompañamiento personal, se podrá confirmar o no el camino vocacional iniciado. El Espíritu sopla donde y como quiere, y Dios llama de muchas maneras;. Para que la desición final sea un verdadero acierto, sera indispensable contar con un tiempo estimado de experiencia vocacional, de conocimiento y acompañamiento espiritual, de formación, de constante oración, en comunión e intimidad Jesucristo. Siendo así la joven se empezara a sentir animada para asumir todo aquello con lo que el propio Jesucristo, estaba profundamente unido: con Dios, su Padre, que le ha enviado al mundo y con el Espíritu Santo, que le impulsaba a la misión; con la Iglesia, su cuerpo, por la cual se entregó; con los hombres, sus hermanos, cuya suerte quiso compartir. Clarificada su vocacion, proseguira con las etapas del camino que la llevaran a darle al Señor un Si definitivo, o en caso contrario a proseguir en la lucha por encontrar la voluntad de Dios. Cada persona esta llamada, a descubrir su camino, para la realización de su proyecto personal de vida, para ser feliz, como Dios quiere y según las necesidades de la Iglesia y del mundo de hoy, Decídete.!

Etapas del discernimiento

¿Qué aptitudes necesito tener para ser monja ?

 

Dios, al llamar a un determinado estilo de vida, crea efectivamente en la persona llamada, la posibilidad de la respuesta, otorgándole cuántas gracias necesita, para llevar a término la misión a la que la destina. Podemos afirmar, en consecuencia, que la vocación a la vida visitandina, si es verdadera, supone estar afinada con el espíritu de la Orden, y aun con  la posesión del carisma mismo, o sea del don de la gracia, con que Dios la ha enriquecido. Esta  vida está organizada de tal manera, que orienta todo hacia la búsqueda de Dios, en el amor y la santidad, la práctica de los consejos evangélicos, el renunciamiento a sí misma, el Oficio litúrgico, la Eucaristía, la oración, la vida fraterna, la soledad y el trabajo.

Requsitos para tener en cuenta

Deseos de consagrarse a Dios y cumplir su voluntad.

Vivir solo para Dios, entregándote a Él en forma absoluta. 

Que sientas gran gusto por la vida de oración, e intimidad con el Señor.

Renunciar a tu proyecto personal para que Dios disponga de ti en libertad y amor.

Capacidad de vivir en comunidad, en una vida fraterna en comunión con las hermanas.

Capacidad de vivir en clausura y  capacidad de trabajar en común sirviendo con sencillez.

Sobrenaturalizar tu vida hasta en las mínimas acciones a fin de agradar a Dios y salvar almas.

Capacidad de abrazar los consejos evangélicos con sus votos de pobreza, obediencia y castidad.

Gran disponibilidad para abrazar una vida de sacrifico, humildad y  generosa  entrega y servicio.

Si sientes el llamado de entregar tu vida en servicio de Cristo   

 

y de la Iglesia te ofrecemos un mes de experiencia

 

vocacional, previa coordinación telefónica.

 La Vocacion..

La vocación, a grandes rasgos, se ve relacionada con los deseos y afecciones que tienen las personas con aquellos aspectos que le resultan inspiradores a cada uno de ellos. Es de suponer que la vocación de cada persona dependa de sus intereses personales, aptitudes y gustos, condicionando el futuro del mismo....

Armas del Discernimiento Vocacional

Armas del Discernimiento Vocaciona

Queremos compartir contigo, el interesante documento titulado "Las Armas del Discernimiento Vocacional, por Hector M Calderon M. (Agustinos Recoletos) quien desarrolla este tema de una manera clara e interesante y que seguramente te ayudara, a clarificar mas tu vocación, con elementos básicos, para la toma de decisiones. Puedes descargarlo en Archivo PDF, dando Click en la imagen. Esperamos te resulte de gran provecho. Miles de Bendiciones...!

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