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San Francisco de Sales

Santa Juana de Chantal

Biografia de San Francisco de Sales fundador del Monasterio de la visitacion monjas de clausura

El fundador de las visitandinas, nació en el Castillo de Sales, de familia noble; desde pequeño fue un gran seguidor de san Francisco de Asís; sus padres fueron Francisco de Sales de Boisy y Francisca de Sionnaz. A los 13 años viajó a París para estudiar con los jesuitas. Después estudió Derecho y Teología, primero en la Universidad de París y después en la de Padua. Deseaba ser sacerdote, pero se lo ocultó a su padre; sólo su madre y amigos íntimos lo sabían. Al terminar de estudiar, un acontecimiento ayudó a su ordenación: el canónigo de Sales, Luis de Sales, ayudado por el obispo de Ginebra, Claudio de Granier, hablaron con el Papa, quien lo nombró deán del capítulo de Ginebra. El nombramiento llegó de sorpresa para su padre, quien aceptó la ordenación, acaecida en 1593. A partir de ese momento, ejerció el sacerdocio con bastante trabajo y dedicación. Tomó como ejemplos de vida a san Francisco de Asís y a san Felipe Neri con lo que desarrolla una personalidad alegre, paciente y optimista. Sus inicios como sacerdote los ejerció entre los pobres.

 

En el año 1594, fue hacia la zona del Chablais dominada por calvinistas. En un inicio fue echado por los pobladores y tuvo que pasar temporadas viviendo en la intemperie y de manera rudimentaria, evitando dos intentos de asesinato e incluso ataques de lobos, pero su celo y trabajo empezaron a dar fruto. Debido a su carácter amable y paciente y a una propaganda hecha a mano y distribuida casa por casa, profunda en su contenido, refutando las ideas calvinistas, logró cautivar a los pobladores y convertirlos. Francisco de Sales resumió su labor a Juana de Chantal con esta frase: Yo he repetido con frecuencia que la mejor manera de predicar a los herejes es el amor, aun sin decir una sola palabra de refutación contra sus doctrinas.

Su labor quedó manifestada con la visita del obispo Granier cuatro años más tarde cuando fue recibido por gran número de católicos, hecho que antes hubiera sido imposible. Los escritos de los que se sirvió fueron los que hicieron su primer libro de "Controversias" y revelaron el carácter de escritor de Francisco.

Su fama creció tanto por su virtud como por su sencillez. Fue nombrado obispo coadjutor de Ginebra; viajó a Francia y así llegó a hacerse amigo del secretario de Enrique IV, el cardenal de Bérulle, Antoine Deshayes, y del mismo Enrique IV, quien deseaba que Francisco se quedase allí, pero el santo rechazó la oferta volviendo a Ginebra ("prefiero a la esposa pobre", dijo). En 1602 el obispo Granier murió y Francisco tomó su lugar. Su estilo de vida y carácter cobraron mayor fama ya que se reveló como un gran organizador de su diócesis, llevando una vida austera y con suma preocupación por los pobres y por la formación de sus feligreses. Por ello empezó a escribir libros de manera sencilla que gustaron a todos. Consta, además, que perteneció a la Tercera Orden Mínima.

Su encuentro con Juana de Chantal en 1604, acogiéndola como hija espiritual, dio como resultado la fundación de la Orden de la Visitación de Santa María, el 6 de junio de 1610, para mujeres jóvenes y viudas que querían vivir el llamado de Dios sin la rigurosidad de los conventos monacales. La oposición del obispo de Lyon a este novedoso tipo de congregación les obligó a redactar una regla basada en la de san Agustín de Hipona. Después de una temporada atendiendo a las comunidades religiosas de su diócesis, fatigado por su gran labor apostólica, murió a los 55 años. En 1665 fue canonizado por el papa Alejandro VII, fijando la Iglesia Católica su fiesta litúrgica el 24 de enero. En 1877 recibió el título de Doctor de la Iglesia por la eminencia de sus obras y por su vida ejemplar. Así mismo, es considerado el Santo de la Amabilidad. Prueba de ello son las 33 piedras que obtuvieron de su vesícula biliar el día de su muerte, signo de los constantes esfuerzos por mitigar los corajes que hacía, siempre teniendo un rostro sereno o una sonrisa.

San Francisco de Sales y Santa Juana de Chantal fundadores de la Visitacion de Santa Maria

Esta santa, fundadora de las visitandinas, fue la más activa colaboradora de San Francisco de Sales en la importante fundación de la comunidad de  las Hermanas de  la Visitación. Nació  en   Dijon, Francia, en 1572. Era  hija del Presidente del  Parlamento de esa  región, el Sr. Fremiot, hombre muy distinguido y apreciado. Su santa madre murió cuando la niñá tenía apenas 18 meses, y toda la educación  de la  futura santa en sus primeros años corrió  por cuenta de su padre, el cual supo encaminarla hacia la verdadera consecución de una inigualable y muy  tenaz  personalidad. Cuando la niña tenía poco mas o menos aproximadamente unos ocho años, llegó a su casa un protestante, el cual  decía que no  era posible que Dios convirtiera una hostia en el  cuerpo  de Cristo. La jovencita le preguntó :"¿Sabe Usted el Credo?"  .Claro que sí, respondió  el otro. ¡Pués dígalo!"Y el protestante empezó a decir: Creo en nuestros Señor  Dios Padre  Todopoderoso. En ese momento Juana lo interrumpió exclamando:- ¡Uy, no diga Ud. eso de que Dios es Todopoderoso!- ¿Por qué? -¡Porque si Dios no  puede hacer que una hostia se convierta en el cuerpo de Jesucristo, ya Dios no es Todopoderoso! El  otro pues no fue capaz de responderle.

Biografia de Santa Juana de Chantal fundadora de las hermanas de la visitacion de santa maria de vida contemplativa

Llevó una niñez y juventud propia de la nobleza a la que pertenecía.  Era  muy elegante, porte digno de cautivar a cualquiera:  bondadosa, guapa, modesta, buena conversadora, rica en conocimientos y en piedad. Se enamoró locamente  del barón Rabutín Chantal con el  que se  unió  en matrimonio y al que amó con toda su alma. El barón  supo corresponder a este amor. Cuando el barón estaba fuera de casa, parecía como  si  Francisca  estuviera  de  luto. Cuando el baron  llegaba,  se  arreglaba  con  las mejores galas, salía a  recibirle  y  la  alegría volvía a su rostro Cuando murió y  lo lloró durante mucho tiempo.  Sus familiares y amigos   creían   que también  ella  iba  a  morir.   Tanto  fue  lo   que   se desmejoró  y  enflaqueció que quedó reducida a los huesos.

 

Francisca Educa  cristianamente a sus hijos a los que  ama más que a  sí misma. Los  criados depondrán  en el proceso de su Beatificación: "La Señora  sirvió  a  Dios a  quien   mucho amaba y honraba  y practicaba la virtud continuamente, pero sin llamar la atención. A nadie molestaba con  sus rezos. Era muy atenta  y buena con todos" .Las  cruces no le faltarán nunca.  En  vez de refugiarse con su padre que la idolatraba o  de quedarse  en su palacio, decide marcharse al lado de su suegro que tiene un carácter déspota y  agrio,  como  si  fuera hecho de vinagre y hiel. Siete  años a  su lado,  fueron  cruces sin cuento las  que  hubo  de  sufrir  la probada y sensibilísima Francisca. 

 

No todo había de ser desconsuelo  y mano dura de  parte  del Señor. El santo Obispo de Ginebra -S. Francisco de Sales- pudo  decir de ella:"Hallé en Dijón -donde   vivía  Francisca- lo  que Salomón no pudo encontrar en Jerusalén: hallé a la mujer fuerte en la venerable persona de la  señora  de Juana Francisca Fremiot de Chantal". El encuentro con  San  Francisco  fue  d este modo, muy providencial   Iba un día montada a caballo y cerca de un  bosque vio a un sacerdote venerable  que se encontraba rezando muy  fervorosamente su breviario. Poco después este mismo sacerdote  vio en una especie de visión a   una  mujer  joven,  viuda,  modesta. Un impulso interior le dijo que ésta sería el instrumento que el Señor le destinaba para la obra que pensaba lleva a cabo.  La santa empezó a dirigirse con él   y él vio que la obra de Dios iba por buen camino. 

 

De modo prodigioso  el muy ilustre  San Francisco  de Sales  empieza  a extenderse y a echar sus cimientos en esta obra de las Religiosas  de  la Visitación.  A las afueras  de Annecy, en una modesta casita, se reúne un grupo de   mujeres   que   quieren  seguir  del  todo  a Jesucristo. Mucho hubieron de sufrir los dos santos. No faltaron habladurías y burlas, pero como era obra  de  Dios,  la cosa   siguió adelante.  Un  día  la varonil   Francisca  se  verá obligada   a   pasar  por encima del cuerpo de  su hijo  que le impide siga la llamada  de Dios. Por fin, e l 13 de  diciembre de 1641, cargada de  buenas obras,  parte   a   la eternidad. Sus hijas siguen su ejemplo.

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