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Hna. Maria Teresa Desandais

La  vida de nuestra Hermana giro en torno a su intensa vida de  oración.  En el curso de su vida en una de sus mayores crisis, en la etapa final de sus días,  la Hna. Depuesta que conocía todos sus atractivos espirituales, le decía dulcemente “¿No es verdad Madre mía que Vuestra Caridad está contenta de todo lo que Jesús hace y quiere?” Enseguida una sonrisa celestial iluminaba su rostro y murmuraba: “¡Oh sí! Somos tan felices los dos… Como quieras Jesús mío. ¡Yo pensaré siempre como Tú!” Cuantas veces  nuestra Hermana Maria Teresa renovó el sacrificio de su vida, ofreciéndose en unión con Jesús como pequeña Hostia de holocausto en alabanza de gloria al Amor Misericordioso, por la Santa Iglesia, por el Santo Padre, por el Instituto que amaba tanto, por su pequeña Comunidad y para pedir la paz para el mundo mediante el reino de la Caridad.

 Santidad Visitandina

María Teresa Desandais, santa visitandina, del Monasterio de la Visitacion de Dreux-Vouvant, Francia, desde su más tierna infancia, fue favorecida por la gracia Divina quien la encamino a aspirar siempre al don y entrega total de sí misma, al AMOR DIVINO. Esta alma escogida, forma parte de un grupo de hombres y mujeres de la primera mitad de siglo XX, que con un gran sentido cristiano y espiritual, han influido de manera especial en la Iglesia, con su particular manera de entender el mensaje cristiano y de vivir según las enseñanzas de Cristo.  Nuestra Hermana fue escogida por Dios, para una misión particular, y se convirtió en receptora de un mensaje divino a saber: el Amor Misericordioso. Por eso es llamada y conocida por todos  como la Apóstol del Amor Misericordioso. En el FOLLETO que encuentras a continuación, podrás conocer una corta y breve biografía de su vida, Para leer la  reseña, te invitamos a ver el FOLLETO virtual, dando un Click en las barras deslizadoras que se encuentran al lado de la imagen, también puedes agrandar la imagen haciendo Click sobre las mismas:

Musica de fondo - Unknown Artist
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Algunos Escritos de Hna Maria Teresa Desandais

Desea ser Misionera

En el año 1896, con 20 años, entró Hna Maria Teresa en el monasterio de la Visitación de Dreux. Fue, según ella, una decisión dificil, pues la orden de la Visitación no le atraía, ya que siempre se había sentido inclinada a la acción, ella escribe lo siguiente: «El apostolado me atraía, tenía pasión por los niños; me hubiera gustado ser misionera para ir en busca de las almas, cuando un día, en el momento de decidir mi vocación, no sabiendo de una manera determinada qué Orden escoger, me hizo El ver, iluminándome, que almas que se consagren exteriormente las habrá siempre, pero almas que se sacrifiquen, que se aniquilen como El en el Tabernáculo, nunca habría bastante... y que El encontraba pocas que quisieran sacrificarlo todo, incluso sus preferencias... y como lo que yo deseo, es darle justamente lo que El tiene más dificultad de encontrar por fuera, fue lo bastante para decidirme... la gracia había sido sorprendente... yo tenía una decidida repugnancia por la orden,  todo me era desagradable y por eso la elegí, para sufrir todavía más»

Orar y velar

«Hay que orar y velar continuamente, no por medio de fórmulas multiplicadas, sino por impulsos del corazón, viviendo bien el Padre nuestro, clamando sin cesar: ¡Padre! ¡Padre! Hay que aplicarse a hacerlo todo por amor, trabajar, sufrir y hasta gozar por amor. Hay que acostumbrarse a ver siempre la ternura infinita del Padre por encima de todas las causas segundas y como un niño amado esforzarse por sonreír siempre al “Padre Celestial”, de cualquier manera que se presente, pensando que todo es obra de su amor misericordioso y que el niño debe parecerse a su Padre, tener los mismos pensamientos, modales carácter»

 El Valor del Amor

«Para que nuestra vida sea vida de amor deben ser todos nuestros días ¡días de amor! todos nuestros minutos ¡minutos de amor! Santifiquemos, pues, por medio del amor, cada una de las horas de nuestros días; y muy en particular la hora por la que pasamos cada día y que ha de ser, en uno de ellos, el último de nuestra vida...» «El Amor no es Amado porque no es conocido», escribió repetidas veces. Ante esta situación, el Amor Misericordioso quiere revelarse al mundo. Conocer a Dios es conocerle como Amor Misericordioso, lo cual, dirá nuestra Hermana esto no es una novedad. Tiene sus raíces en el Evangelio.

El Ejercicio de la Caridad

«Sed UNO en Mí, no sólo en lo que a Mí os une directamente, sino también en las acciones exteriores, en vuestro trabajo material; tened la intención de convertirlo en un ejercicio de caridad, para la gloria del Padre y la utilidad de vuestros hermanos; pocos hay entre vosotros que trabajen exclusivamente para ellos. Si habéis de producir cualquiera obra, sea intelectual, sea material, por vuestra cuenta, emplead vuestra inteligencia, vuestro corazón, vuestra voluntad, para realizar lo mejor posible, lo que habéis de hacer, para usar de los dones que os he otorgado y producir una obra, lo más acabada posible, en utilidad de vuestros hermanos, que las aprovecharán. Orad también, por los que la han de disfrutar. Es obra de caridad hacer el trabajo a conciencia, con perfección y esmero.

Siervos de Cristo Rey

«Lo diré una vez más: formad parte de esa pequeña legión de almas fieles que, en pos de María y a ejemplo suyo, sean verdaderos siervos de Cristo Rey, que vengan en seguimiento mío. Las quiero de todas las clases sin distinción: Mirad he escogido a mis Sacerdotes, mis Obispos, mis Papas, mis religiosos; he escogido mis Apóstoles y mis santos, en todas las categorías, y vosotros podéis ser de este número, quienes seáis, y cualquiera que sea vuestra edad, vuestro rango social, vuestra nación, vuestro grado de inteligencia, y hasta diré vuestra virtud, puedo hacer de un pecador un penitente, y de un penitente un héroe de la santidad».

Buscar la Santidad

«Hna Maria Teresa Desandais anima a buscar la santidad en las situaciones más ordinarias de la vida. Ella escribe: Jesús, abrasado de amor, nos ha dado su vida oculta, sus treinta años de vida laboriosa, en el cumplimiento de los deberes cotidianos que son también los nuestros, (...) para enseñarnos en su misericordioso amor, que lo que constituye el mérito de nuestras acciones sobre la tierra no es la excelencia de estas obras en sí mismas, el brillo, la importancia o la elevación de esas obras a los ojos de los hombres, sino el amor con que se realizan, la pureza de intención con que al hacerlas, se busca la gloria de Dios y la salvación del prójimo»

Imitar a la Virgen Maria

«El Estado Religioso es más perfecto. No se trata aquí de discutir acerca de lo que es más perfecto en sí, sino de lo que es más perfecto para cada uno. Y aquello que es más perfecto, está más en la voluntad de Dios» «La santidad, almas queridas, no es un bien que esté en vosotras: es una participación de mi vida y mis disposiciones; es la conformidad del obrar vuestro, con el mío. (...) la santidad es la vida cristiana, vivida, como la he querido yo para vosotras, a imitación de María, como yo he venido a hacérosla comprender y vivir,  vida del todo sencilla en apariencia, que consiste siempre en el cumplimiento cotidiano del propio deber»

Ser Verdaderos Hijos

Las relaciones de Amor que se establecen entre Dios y sus criaturas, tienen su fundamento en la vida de infancia espiritual, y se expresan también en cosas pequeñas: Escribe Hermana Maria Teresa: «Quiere que llamemos a Dios, nuestro Padre, y que seamos sus verdaderos hijos.. «Es preciso tener fe viva en el Padre, acudir a El como hijos amantes, respetuosos, sumisos... como niños, que se dan cuenta del amor de su Padre... que no buscan sino el dar gusto a su Padre... que llevan en sí, los rasgos y la fisonomía de El... que pareciéndose a El, son su gloria y su alegría y aman así mismo a sus hermanos, hijos también de ese buen Padre»

El Merito de la Cruz

La Cruz tiene para Hna Maria Teresa un significado de victoria, lograda por el amor de Cristo, ya que con ese sacrificio «cuantos lo mirasen y creyesen en Él, no pereciesen, sino que tuvieran la vida eterna». (...) Junto a la herencia dada al hombre, Dios manifiesta, con la entrega de su Hijo, y una entrega en la Cruz, que la salvación es sobre todo un don, enteramente misericordioso y gratuito para el hombre, Con esta muestra de amor de Dios, por los hombres, Hna Maria Teresa, invita a la reflexión de las promesas que Dios otorga al hombre. (..) La Cruz, es el don más excelso de Dios por la humanidad, un sacrificio para que todos puedan por medio de la fe, tener la vida eterna. 

Jesus presente en la Hostia

La comunión sacramental es el aspecto eucarístico que más se destaca en los escritos de Nuestra Hermana Maria Teresa Desandais. Este interés es resultado de lo importante que para ella era la Comunión, no sólo por el hecho de la acción, sino por los frutos que de ello se genera.(...) La Eucaristía será el medio del cambio de la persona, la vida de Cristo comunicada en el alma la hace transformarse en los designios queridos por el Señor. Los efectos mismos repercuten en los demás. «La caridad sería más fácil y cada vez más accesible al Amor, al contacto divino, y vuestras relaciones mutuas, llenas de unción, llegarían a ser, bajo la acción de mi gracia, la reproducción de mi Vida sobre la tierra» "En mi Hostia estoy con mi corazón, con el mismo Corazón que tenía en la tierra y mi Amor no ha disminuido»

Jesus Nuestro Primer Fin

«Consolamos, pues a Jesús, cuando enjugamos algunas lágrimas, cuando esparcimos un poco de alegría, cuando dilatamos un corazón oprimido; con una palabra bondadosa, con una sonrisa agradable, o con una benévola disculpa. ¡Qué poco cuestan, y cuanto valor tienen ante Dios estas pequeñeces!» En otra ocasión escribe según las comunicaciones con Jesús: «Esta es una hora importante en la historia de mi Iglesia... una hora propicia para conquistar el reino. Mi reino está en el interior de las almas y así es necesario enseñarlo... así quiero yo ser reconocido y elegido como Rey por las almas. cuanto le rodean»

Permaneced en mi Amor

"Y vosotras todas, almas elegidas que habéis oído aquel divino llamamiento; sígueme, acércate, entra en mi casa conmigo... permanece en mí y en mi amor... si la voluntad divina no os pide o exige la separación absoluta del mundo... mirad a María y aun estando en contacto con el mundo, no seáis del mundo. Se puede ser del mundo y no ser del mundo, cualquiera que sea vuestro régimen de vida. Son del mundo las almas que tienen su espíritu y siguen sus máximas..., y no son del mundo las que desprecian sus máximas y siguen las de Jesucristo» La santidad se presenta en los escritos de Hna Maria Teresa como el final al que debe tender todo cristiano (...)

El Vencimiento personal

Hermana Maria Teresa Desandais considera que las acciones que nos dan gusto, también deben ser ofrecidas al Señor, igual que aquellas que suponen un vencimiento personal. La gloria de Dios, el pensamiento de hacerlo todo para corredimir con Cristo, es la visión sobrenatural de los actos del cristiano, quizá pensado más para la vocación religiosa, pero no quita de ser el fin más alto, propuesto al cristiano en general. «Sacrificar siempre, a cada instante, esos mil pequeños deseos, que son secretas preferencias de nosotros mismos; después aplicarnos en toda ocasión a hacer resonar en nuestra alma, el amor de Jesús. Nuestro Yo.. se hará muy pequeño, querrá su abyección, para dar a Jesús la gloria, el afecto que Él,  hubiera querido recibir»

Relación Intima con Jesus

«El Nos espera durante todo lo largo del día, y de la noche. El no duerme. Su Corazón siempre vela, y piensa en nosotros con pensamientos de amor. Nos espera en nuestras horas libres, siempre dispuesto a escucharnos, a consolarnos, a instruirnos, a purificarnos, siempre a nuestra disposición para recibirnos, aunque le hayamos desatendido, abandonado, pospuesto a un objeto miserable, que ha jugado en nuestra alma el papel de rival de Jesús» En esta cercanía se establece la relación de uno con Dios, de Padre a hijo o de Amigo a amigo. La vida cristiana es pues, relación de cada alma con Dios, con Cristo, en su Corazón, que va más allá de la oración: conformar en cada uno la imagen de Cristo, ser como Él quiere que seamos."

Mensajes de Hna Maria Teresa Desandais - PDF

Si estas interesado (a) en leer la recepción en España de los mensajes de Hna. Maria Teresa Desandais, de Federico M. Requena, puedes descargar el archivo que esta disponible para ti en PDF. Esperamos te resulte de gran interés y provecho espiritual. !Bendiciones!  

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