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7 Beatas Hermanas Mártires

La Orden de la Visitación , que ya había recibido de Dios el privilegio de acoger en sus claustros a santa Margarita Alacoque, confidente del Corazón de Jesús, tuvo también la gracia de contar entre sus hijas a nuestras 7 hermanas de la Visitación de Madrid, admirables por su vida de santidad y entrega, que entendieron con facilidad que no era posible ser discípulo de Jesús sin tomar cada día su cruz; dieron con valentía y firmeza testimonio de su amor a Jesus su esposo Divino y demostraron fidelidad a la Iglesia con la ofrenda suprema de su vida. Nuestras hermanas Mártires, quienes ya han cumplido su éxodo sin retorno, ahora viven en el gozo de la luz sin ocaso de Dios. Para quienes peregrinamos en el tiempo, la presencia de nuestra hermanas mártires y todos los martires de la Iglesia, son un modelo y una ayuda, pues tenemos necesidad de su ejemplo, y nos estimulan a proseguir nuestro peregrinar hacia la patria celestial.

 Santidad Visitandina

La palabra ‘martirio’ significa ‘testimonio’. Según esto, podemos afirmar entonces que la palabra ‘mártir’ se define mas claramente como ‘ser testigo’, ser capaz de dar la propia vida, por aquello en que se cree. La vida se puede dar, tanto físicamente (martirio de sangre), como espiritualmente (pasando por todos los sacrificios, sufrimientos, persecuciones, insultos, por causa del Evangelio. Es así como en esta sección, queremos presentarte la admirable vida de nuestras 7 Beatas hermanas mártires beatificadas por San Juan Pablo II el 10 de mayo de 1988: María Cecilia  Cendoya, María Inés Zudaire, María Engracia Lecuona, María Ángela Olaizola, María Teresa Cavestany, Josefa María Barrera Izaguirre, y María Gabriela Hinojosa. En el FOLLETO que encuentras a continuación, podrás conocer en una corta y breve biografía la vida de nuestras santas hermanas, que dieron con valentía testimonio de su fe, manifestando hasta el final, su fidelidad a Cristo y a su evangelio, aceptando perder su vida en este mundo, por el Reino de Dios. Para Ver la breve reseña de su vida, te invitamos a ver el FOLLETO virtual, dar Click en las barras deslizadoras que se encuentran al lado de la imagen, también puedes agrandar la imagen haciendo Click sobre las mismas:

Palabras de San Juan Pablo II

10 de Mayo de 1988

Dijo San Juan Pablo II en la homilía que pronunció en la beatificación de nuestras hermanas Mártires el 10 de mayo de 1988: «La señal por la que conocerán que sois discípulos míos será que os amáis unos a otros». ¡Qué bien se pueden aplicar estas palabras del evangelio de hoy a la hermana Gabriela Hinojosa y sus seis compañeras, mártires salesas en Madrid, también en 1936! La obediencia y la vida fraterna en comunidad son elementos fundamentales de la vida consagrada. Así lo entendieron ellas, que por obediencia permanecieron en Madrid a pesar de la persecución, para seguir, aunque fuera desde un lugar cercano, la suerte del monasterio. Así, sostenidas por el silencio, la oración y el sacrificio, se fueron preparando para el holocausto, generosamente ofrecido a Dios. Al honrarlas como mártires de Cristo, nos iluminan con su ejemplo, interceden por nosotros y nos esperan en la gloria. Que su vida y su muerte sirvan de ejemplo a las salesas, cuyos monasterios se extienden por todo el mundo” (…) Si quieres leer la homilía completa que pronuncio San Juan Pablo II, por favor, dar un Click en el siguiente enlace: Homilia San Juan Pablo II

11 de Mayo de 1988

Asi mismo San Juan Pablo II, el lunes 11 de mayo, refiriéndose a las 7 Beatas decía: “La Orden de la Visitación se alegra por la beatificación de las siete salesas del primer monasterio de la Visitación de Madrid. Las visitandinas de todo el mundo, desde el silencio austero y exigente del claustro, están hoy espiritualmente con nosotros para dar gracias a Dios por este gran regalo del Espíritu. Expresión de esa presencia fue ayer la ofrenda de las hostias para la santa misa enviadas por el monasterio de Annecy, en Francia. Con un numeroso grupo de hermanas externas de diversos conventos, han venido también familiares de las nuevas beatas salesas y amigos y bienhechores de la Visitación. A todos os saludo con afecto y, reconociendo el testimonio admirable de fidelidad a Dios y de amor por la vida comunitaria de estas religiosas que desde ayer están en los altares, os aliento a acoger su maravilloso ejemplo, siendo fuertes y coherentes en la vivencia de la fe en los diversos estados de vida. Que para ello os sea de ayuda la intercesión de estas mártires.” Click en el enlace para leer el mensaje completo: Discurso  San Juan Pablo II

Asesinadas en la Guerra Civil Española

Camino a la Gloria

De acuerdo a como se presentaron los acontecimientos al estallar la Guerra Civil, las Salesas del Primer Monasterio de la Visitación de Madrid alquilaron un piso semisótano en la cercana calle de Manuel González Longoria, por si las cosas empeoraban, como en efecto sucedió. A este piso refugio tuvieron que trasladarse las siete Salesas que quedaban de la Comunidad el 18 de julio de 1936. Tras unas semanas de relativa tranquilidad, fueron denunciadas por ser Religiosas. Sufrieron varios registros que culminaron con su detención el 18 de noviembre para llevarlas a fusilar. Ellas, al subir al coche hicieron serenamente la señal de la cruz ante el griterío del populacho que pedía su muerte. Las llevaron a un descampado en el cruce de las calles de López de Hoyos y Velázquez, y allí, al bajar del coche las mataron. 

 La Hna. María  Cecilia, la más joven, de 26 años, de temperamento nervioso, al sentir que caía muerta la Hermana que tenía cogida de la mano echó a correr sin que nadie la persiguiera. Poco después ella misma se entregó a unos milicianos declarando que era Religiosa. Fue fusilada en las tapias del cementerio de Vallecas, a las afueras de Madrid, en la madrugada del 23 de noviembre de ese año de 1936. El resto de la Comunidad, refugiada en Oronoz, no supo nada del martirio hasta varios meses después, y las primeras noticias eran muy confusas. Nada pudo aclararse hasta que regresaron a Madrid al terminar la Guerra en 1939. A la cripta del Monasterio, profanada durante la Guerra, se trasladaron en 1940 los restos martiriales de cuatro de las Hermanas que habían dado su vida por Cristo y por España. Los restos de las otras tres reposan en el Valle de los Caídos.

Compromiso, entrega y fidelidad

Juntas recorrieron un camino de fidelidad, tras las huellas de Cristo. Y rubricaron su entrega con su sangre los días 18 y 23 de noviembre de 1936. "Estamos muy contentas y comprendemos cada día mejor que esto es lo que Dios quiere de nosotras. ¡Qué alegría! ¡Vamos a alcanzar la palma del martirio!”. Palabras de las Mártires Salesas.

Musica de fondo - Monasterio Visitacion Pasto
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