Nuestra vida contemplativa esta consagrada a Dios en el silencio, en la soledad del corazon, en el trabajo, en el sacrificio, en la ausencia de motivaciones, recompensas, frutos materiales, y se alimenta única y sustancialmente de la fe y la esperanza en el Amor de Dios. Es un acto continuo de adoración, pues patentiza la Supremacía de Dios, la total validez de su Amor, como Valor Absoluto.  La presencia de la Vida Contemplativa en la Iglesia, constituyendo el Corazón del Cuerpo Místico, quiere dejar claro ante todos los hombres, que Dios es tan grande, tan inmenso, que vale la pena entregarle totalmente la vida,  que ÉL nos la ha regalado primero, para que se consuma, sin ningún otro provecho, en su Honor,  en su Gloria, en total abandono y desprendimiento, por pura Adoración, por puro amor al Amor, sin buscar más motivos, pues: es DIOS y eso basta. Esperamos que en nuestra pagina Web, encuentres todo lo que necesitas y te resulte de gran provecho espiritual . Bendiciones...!