Monasterio Visitacion de Santa Maria - Pasto
Liturgia de las Horas
¿Que es Liturgia de las Horas?
El oficio divino o Liturgia de las Horas como fuente de vida espiritual, es sencillamente oración, alabanza, intercesión, acción de gracias, suplica, contemplación de las maravillas de Dios, encuentro. El oficio divino es la forma oficial de implementar en la vida diaria la «oración continua» de manera que se mantenga una perpetua comunión con Dios. Dios que entra en la vida del ser humano y el ser humano en la de Dios. Hay tres momentos en ese encuentro: alabar, escuchar y responder. Tener el corazón dispuesto y estar abiertos a lo que él nos tiene que decir. El encuentro implica un medio de comunicación y también de compromiso y trasformación interior, de conversión. El hombre puede descubrir en su vida, muchas formas para comunicarse y encontrarse con Dios, pero una forma muy especial es sin duda, a través de la oración, de la Palabra, de los gestos, de los ritos, de la Liturgia propiamente dicha.
La Liturgia Accion Sagrada
“Si bien es cierto que «la mente tiene que estar de acuerdo con la voz» también es cierto que el culto, no se celebra solo con la mente, sino también con el cuerpo, por ello, la liturgia prevé cantos, expresiones verbales, gestos piadosos, inclinaciones, postraciones, genuflexiones (CEC 1174). “Como toda otra celebración litúrgica, por ser “obra de Cristo sacerdote y de su Cuerpo, que es la Iglesia, es acción sagrada por excelencia cuya eficacia con el mismo título y en el mismo grado, no la iguala ninguna otra acción de la Iglesia”.(Constitución Sacrosanctum Concillium, 7) La Liturgia de las Horas está formada por un conjunto de oraciones,(salmos, antífonas, himnos, oraciones, lecturas bíblicas y otras) que la Iglesia ha organizado, para que sean rezadas en determinadas horas de cada día. Los textos en sí no son oración, sino hasta que la Asamblea los asume y les da vida. Hasta que la persona en su corazón y en su mente los asimila de tal forma, que conforma totalmente su propia vida en una obediencia radical a la Voluntad Divina, en gestos y acciones concretas.
Identificarnos con Cristo
El oficio divino es parte de la liturgia y constituye, con la Santa Misa, la plegaria pública y oficial de la Iglesia. Su fin, es santificar el día, consagrar las horas al Señor, extendiendo la comunión con Cristo efectuada en el Sacrificio de la Misa. El esfuerzo incesante de identificarnos con Cristo, que comprende toda la vida, tiene en la Liturgia su fin y al mismo tiempo su fuente, de dónde saca siempre nuevas energías de vida y de compromiso. Quien reza el oficio, hace un paro en las labores, para rezar con la Iglesia, aunque se encuentre físicamente solo. Aunque es necesaria la oración privada, también es necesario que recemos unidos como Iglesia. La gracia y bendición del Señor responde a esa oración derramándose abundantemente sobre la comunidad y sobre el mundo. Los sacerdotes, religiosos y religiosas tienen obligación de rezar el Oficio Divino. Son observadas con especial atención y cuidado por las comunidades monásticas. Sin embargo, al ser la oración oficial de la Iglesia, se convierte en una oración propia para todo bautizado, y también de los laicos.
Una invitación para todos...
La Iglesia invita a TODOS a rezar la Liturgia de las Horas: "Se invita de manera especial a los fieles a que, según las circunstancias, participen en la Liturgia de las Horas, puesto que es acción de la Iglesia. Código de Derecho Canónico [Canon 1174 § 2.]. Aunque no es obligación para los laicos, la Iglesia recomienda a todos los fieles, que recen el Oficio Divino. San Pío X, en 1903 exhortó muy especialmente al pueblo cristiano, a participar en el Oficio Divino. El Concilio Vaticano II confirmó esta recomendación que aparece también en el Catecismo de la Iglesia Católica: #1196 y que dice: Los fieles que celebran la Liturgia de las Horas se unen a Cristo, nuestro Sumo Sacerdote, por la oración de los salmos, la meditación de la Palabra de Dios, de los cánticos y de las bendiciones, a fin de ser asociados a su oración incesante y universal, que da gloria al Padre e implora el don del Espíritu Santo sobre el mundo entero. Se recomienda asimismo a los laicos, ya sea solos, o dondequiera que se reúnan en asambleas de oración, de apostolado, o por cualquier otro motivo, que reciten el Oficio de la Iglesia , celebrando alguna parte de la Liturgia de las Horas.
Fuente de piedad y oración..
Es conveniente que aprendan, en primer lugar, a adorar al Padre en espíritu y verdad. y que se den cuenta de que el culto y la oración que celebran atañe a todos los hombres y puede contribuir favorablemente a la salvación del mundo entero. Los que participan en la Liturgia de las Horas pueden hallar una fuente abundantísima de santificación, en la Palabra de Dios, que tiene aquí principal importancia. En efecto, tanto las lecturas, como los salmos que se cantan o recitan, están tomados de la Sagrada Escritura y las demás preces, oraciones e himnos, están penetradas de su espíritu. Estas horas se llaman "horas canónicas". Recuerde que no es necesario para los laicos rezar todo el Oficio Divino. Pueden reducir el oficio a estas dos horas: Los Laudes antes de ir a trabajar y las Vísperas al terminar los trabajos. La Liturgia de las Horas se convierte verdaderamente en «fuente de piedad y alimento para la oración personal. Cuando la oración del Oficio se convierte en verdadera oración personal, entonces se manifiestan mejor los lazos que unen entre sí la liturgia y la vida cristiana» (Laudis canticum).
San Juan Pablo II Liturgia
“El papa Juan Pablo II en su carta apostólica del 4 de diciembre de 2003, con motivo del cuadragésimo aniversario de la Constitución conciliar sobre la Sagrada Liturgia nos dice lo siguiente: “Es importante introducir a los fieles en la celebración de la Liturgia de las Horas, que, como oración pública de la Iglesia, es fuente de piedad y alimento de la oración personal. No es una acción individual o privada, sino que pertenece a todo el cuerpo de la Iglesia...Por tanto, cuando los fieles son convocados y se reúnen para la Liturgia de las Horas, uniendo sus corazones y sus voces, visibilizan a la Iglesia, que celebra el misterio de Cristo. Esta atención privilegiada a la oración litúrgica no está en contraposición con la oración personal; al contrario, la supone y exige, y se armoniza muy bien con otras formas de oración comunitaria, sobre todo si han sido reconocidas y recomendadas por la autoridad eclesial” (14).
Condiciones para rezar bien..
Para que cada persona laica o religiosa, se adueñe debidamente de esta oración para que sea manantial de piedad y de múltiples gracias divinas y nutra al mismo tiempo la oración personal y la acción apostólica, conviene que la celebración sea digna, atenta y devota, de forma que la mente concuerde con la voz. Muéstrense por lo tanto todos, muy diligentes y fervorosos en cooperar con la gracia divina, para que ésta no caiga en el vacío. Buscando alabar a Cristo y penetrando cada vez más por la oración, en su misterios y alaben a Dios y eleven súplicas con los mismos sentimientos con que oraba el Divino Redentor. Por tanto, lo que "fue escrito para nuestra enseñanza"(R.M. 15, 4), y también cuando la Iglesia ora y canta, se alimenta la fe de todos cuantos participan y las mentes sencillamente se dirigen a Dios presentándole la ofrenda espiritual y recibiendo de El, su gracia con mayor abundancia.
Estructura de la Liturgia
La forma concreta de rezar la Liturgia de las Horas ha ido variando con el tiempo, y desde la reforma litúrgica del Concilio Vaticano II, se compone de las siguientes oraciones:
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Maitines o Oficio de Lectura (puede rezarse durante la noche, o a cualquier hora del día).
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Laudes u “Oración de la mañana” (Puede rezarse en la madrugada 5:30 am.)
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Tercia u “Oración de Media mañana” (Tercera Hora, alrededor de las 9 a.m.)
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Sexta u “Oración de Mediodía” (Sexta Hora, en torno al mediodía 11:30 am)
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Nona u “Oración de Media Tarde” (Novena Hora, en torno a las 3 p.m.)
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Vísperas u “Oración del Atardecer” (en torno a las 5 - 6 p.m.)
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Completas u “Oración de la Noche” (antes de ir a dormir, normalmente a las 8 p.m. o 9 p.m.)
Son, pues, siete momentos de oración en el transcurso de cada jornada, según aquello del salmo: “Siete veces al día te alabo por tus justos juicios” (Salmo 119, 164). De esos siete momentos hay dos que son principales y se consideran como ejes de toda la Liturgia de las Horas: Laudes y Vísperas.
Tipos de Celebración...
En el Oficio Divino necesitamos tener en cuenta que tanto en la celebración comunitaria, como en la recitación a solas de la Liturgia de las Horas, se mantiene la estructura esencial, que es un coloquio entre Dios y el hombre. Sin embargo, la celebración comunitaria pone más de manifiesto la índole eclesial de la Liturgia de las Horas, facilita la participación activa de todos, conforme a la condición de cada uno, con el diálogo, la salmodia alternada, el canto, y otros medios semejantes, y tiene más en cuenta los diversos géneros de expresión. De este modo daremos cumplimiento a la advertencia Apóstol: "La Palabra de Dios habite en vosotros con toda su riqueza; instruíos y amonestaos con toda sabiduría, cantad agradecidos a Dios en vuestros corazones con salmos, himnos y cánticos inspirados" (Col 3. 16…)
Asociada al canto de Angeles
Con la Liturgia de las Horas nos asociamos, desde la tierra, al himno que los ángeles y los santos tributan para siempre a Dios en la gloria y por mismo se convierte en algo así como un “adelanto del cielo”. “Con la alabanza ofrecida a Dios en la Liturgia de las Horas, la Iglesia se asocia al canto de alabanza que, en el cielo, se canta sin cesar; y así pregusta aquella alabanza celestial descrita por Juan en el Apocalipsis que resuena siempre ante el trono de Dios y del Cordero”. Por eso, la Liturgia de las Horas es fuente de grande gozo. Como que, en ella, además, la Iglesia asume “los deseos de todos los cristianos e intercede por la salvación de todo el mundo ante Cristo y, por él, ante el Padre”. De esta manera, la Liturgia de las Horas no es sólo medio de santificación personal, sino también eficaz instrumento de fecundidad apostólica.
Origen e Historia -Liturgia
Durante la Edad Media el Oficio Divino, tuvo su origen en los monasterios benedictinos. En su regla, San Benito recomendaba a sus monjes que durante sus viajes, no dejaran pasar las horas de la oración. Debían rezar cada semana el salterio íntegro (150 salmos). Para rezar las "Horas Menores", no era obligación acudir a la iglesia, sino que, al escuchar el toque de campana los monjes, interrumpiendo sus ocupaciones se ponían a orar en el lugar en que se encontraban. Para las "Horas Mayores", (maitines, laudes, vísperas), toda la comunidad se reunía en la iglesia. A partir del siglo XII, por la influencia de los frailes menores (Franciscanos), que viajaban con frecuencia, se promulgó el libro breviario, ya que era imposible llevar de un lugar a otro los numerosos volúmenes. La actual forma del Oficio Divino fue promulgada por el Papa Paulo VI en 1970 en la constitución apostólica Laudis Canticum. Los textos y arreglos de la liturgia de las horas fueron revisados de acuerdo a las directrices del Concilio Vaticano Segundo. El oficio, siendo oración, hecha como Cuerpo de Cristo, es la misma respiración de la Iglesia y expresión de la vida cristiana,que es unión con Dios.
Rezo de Completas
Para el oficio de “Completas”, después del saludo inicial, hay un examen de conciencia y un acto penitencial. Dando gracias al Señor por todos sus dones y pidiendo perdón por nuestras faltas del día. Seguidamente se entona el Himno. 1 o 2 salmos con sus antífonas antes y después. Lectura Breve. Responsorio. Canto evangélico. Oración Conclusiva y Canto a la Virgen. La Iglesia extendió los 150 salmos a lo largo de estas horas y con el tiempo terminó creando un ciclo de oración. Actualmente consiste en un Salterio de cuatro semanas con el que se rezan todos los salmos en un periodo de cuatro semanas (si se observan todas las “horas” de oración). Los monasterios contemplativos mantienen este ritmo de oración.
Como se reza la Liturgia..?
El contenido general de las Horas consta de:
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Saludo inicial, decimos lo siguiente santiguándonos: V/. Dios mío, ven en mi auxilio. R/. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre…
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Proseguimos con el invitatorio y la proclamación de un himno inicial, que poéticamente nos ubica en el momento propio en que se hace la plegaria.
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En seguida proclamación de Tres salmos, que pueden ser cantados, recitados, o salmodiados, y que a su vez van acompañados de sus respectivas antífonas, antes y después de cada salmo.
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Prosigue una breve lectura bíblica, en Laudes, Vísperas y Horas Menores, (Tercia, Sexta, Nona). El Oficio de Lectura contiene unas lecturas más extensas la primera tomada de la Sagrada Escritura, y la segunda referida a diversos temas como es de los Santos Padres o Documentos de la Iglesia, o de los Santos festejados en ese dia.
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Prosigue el Responsorio.
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Seguidamente continuamos con el cántico evangélico llamado Benedictus para Laudes y antífona correspondiente. Y el Magníficat para Vísperas, también con su antífona correspondiente.
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Proseguimos con la oración de intenciones, comúnmente llamadas Preces (Solo para Laudes y Vísperas.)
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Continuamos con la oración del Padre Nuestro. (Solo en Laudes y Vísperas)
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Oración Conclusiva. (Todas las Horas)
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En los monasterios suelen cerrar el oficio de Laudes y Vísperas, con las antífonas de la Santísima Virgen María, o un canto en su honor, costumbre que parte del siglo XIII.
Catequesis sobre la Liturgia de las Horas Padre Oscar Garcia
Los Santos y el Oficio Divino
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San Ambrosio afirmo en una ocasión lo siguiente a cerca de la Liturgia, "Un salmo es un grito de felicidad. Alivia el alma, nos distrae de todas nuestras preocupaciones, aligera las angustias y el dolor. Es una fuerza, fuente de seguridad en la noche, una lección de sabiduría en el día. Es un escudo cuando tenemos miedo, una celebración de santidad, una visión de serenidad, una promesa de paz y también de Armonía.
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San Atanasio declaró: "Los salmos me parecen a mí como un espejo, en el que una persona usándolos se puede ver a sí mismo, y ver los hilos que mueven su corazón; puede recitarlos en el entorno de sus propias emociones."
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A continuación te invitamos a descargar en archivo PDF los cuatro tomos de la Liturgia de las Horas, que ya están a tu dispocicion. Miles de Bendiciones...!
Reza Virtualmente La Liturgia
25 de Junio 2021
Dedicar tiempo a la oración, es un asunto indispensable para la vida espiritual de todo discípulo de Cristo. La participación en la liturgia, es la fuente y culmen de nuestra vida de cristianos, y esto incluye la participación también en la Liturgia de las Horas. La Liturgia de las Horas es la oración ritual diaria de los cristianos que santifican y consagran su tiempo, entrando así en una relación más profunda con Cristo y la Iglesia. Te invitamos a Rezar la Liturgia de las Horas virtualmente a través de este VIDEO. Esto ha sido creado con la ayuda de Jesús y Maria, para tí. Queremos que eleves tu corazón a Dios y disfrutes este espacio de oración, dónde personas de diferentes lugares del país y del mundo pueden estar conectados en oración, para orar los unos por los otros, en plena comunión con la Santa Iglesia. Bienvenidos,...!