Dicen nuestras constituciones: "Una autentica vida contemplativa, es necesariamente apostólica, viviendo en plenitud conforme a los mandamientos de la Iglesia y su inserción en el pueblo de Dios, en el que cada miembro, acoge y anuncia el evangelio". Es por eso que queremos compartir contigo nuestra rica espiritualidad. “Resuenan permanentemente en nuestra mente, unas palabras que dijo nuestra Santa Fundadora Juana de Chantal y que dicen lo siguiente: “Respecto al amor del prójimo, la medida que nuestro Divino Maestro nos ha dado,  es amarle en verdad, como a nosotros mismos. Y esta, es regla bien justa. Y dice en otro aparte, No no, no hay que tener esos corazones encogidos, sino un corazón dilatado hacia el prójimo, esto quiere decir, en dilección, en amor, en tolerancia, estando siempre dispuestas  a servirle, asistirle, consolarle,  y aliviarle en todo lo que se pueda,  pero alegre y cordialmente.